¡Elfos! ¡Enanos! ¡Un gran dragón!
El año pasado dejamos a Bilbo Baggins, Thorin Oakenshield (y compañía) y Gandalf en la cima de una montaña luego de ser salvados de las garras de un orco vengativo por águilas gigantes. ¿Les suena? ¿No? (¿En dónde estuvieron metidos el año pasado?)
Por eso, y ante la llegada a los cines colombianos de la segunda entrega de ‘The Hobbit’ (por fin! No saben cómo queremos que sea ya viernes!), decidimos ponerlos al corriente por si no la vieron, con eso saben de qué están hablando cuando vayan a ver ‘The Desolation of Smaug’.
De esto se perdieron, por estar aparentemente bajo una roca, en ‘An Unexpected Journey’.
Gandalf aparece de la nada y llena Bag End con 13 enanos, incluyendo al mismísimo “Rey Bajo la Montaña”.
Los hobbits son particularmente sigilosos y pueden pasar desapercibidos si se les antoja.
Particularmente codiciosos, los dragones se sienten atraídos por grandes riquezas.
Al ser Erebor invadido por Smaug, los elfos de Mirkwood fueron en su ayuda, pero al ver la escena, se retiraron. El resentimiento perdura en Thorin hasta el sol de hoy.
Con ustedes, Thranduil: rey de Mirkwood y padre de Légolas.
Desocupan la alacena de Bilbo en su primera visita, en un abrir y cerrar de ojos.
Azog El Profanador ha jurado acabar con la línea de Dúrin. Thorin lo cree muerto después de haberle cortado el brazo en una batalla, pero es enorme su sorpresa cuando lo ve vivo, con la adición de un garfio en su brazo.
Mientras los enanos tratan de escapar te la ciudad de los duendes, Bilbo cae al fondo de la caverna y encuentra a Gollum, con quien accede a jugar a los acertijos para conseguir la salida. Sin embargo, Bilbo consigue mucho más durante el intercambio de acertijos, probándose como un verdadero ladrón.
Luego de decir todo el camino que ése no era lugar para Bilbo, Thorin se arrepiente de todo lo dicho. ¿A qué te alegra que Bilbo no haya querido regresar, verdad Thorin?
Acorralados y con pocas posibilidades de escapar con vida, Gandalf manda un mensaje en una mariposa (o polilla?), y momentos después, una bandada de águilas gigantes llega a su rescate, dejando en pausa el inevitable enfrentamiento del Rey Bajo la Montaña, y Azog el Profanador.
Ay Bilbo, no podías estar más equivocado.