En el marco de su 20° aniversario, hablamos un poco sobre el impacto de esta historia en Disney.
Cuando Walt Disney Pictures estrenó ‘Lilo & Stitch’, en junio de 2002, yo tenía 11 años. Previamente, el estudio había lanzado otras grandes obras de la animación como ‘The Emperor’s New Groove’ (2000) y ‘Atlantis: The Lost Empire’ (2001).
Sobra decir que Disney venía en una racha de grandes animaciones e historias, y ‘Lilo & Stitch’ no fue la excepción. La película, en muchos aspectos, fue una puerta que se abrió en Disney para años después presentar historias como ‘Moana’ (2016).
La historia de Lilo es sencilla en la superficie: una niña en Hawai’i se encuentra con un pequeño alienígena que transforma su vida. Sin embargo, la trama nos presenta muchos matices conforme la película avanza. ‘Lilo & Stitch’ no trata únicamente sobre estos encuentros cercanos del tercer tipo, sino que además ahonda en problemáticas mucho más terrestres: Lilo y Nani son huérfanas, y son su única familia. Nani es la guardiana de su pequeña hermana Lilo, y trata con todas sus fuerzas de brindarle un hogar adecuado para que Servicios Sociales no se la lleven. Por otro lado, Lilo es una niña particular, diferente a sus compañeritas de la clase de hula, quienes no dudan en hacerla sentir esa diferencia en todo momento.
Stitch, un experimento peligroso de otro planeta, llega a la Tierra con el sólo propósito de causar destrucción y caos en donde le sea posible. De repente sus intenciones se ven truncadas al terminar bajo el cuidado de Lilo como su “perro” adoptado.
‘Lilo & Stitch’ es en su esencia, una película sobre la familia. Pero no la de sangre, la que tenemos cuando nacemos, sino aquella que conseguimos y construimos en el camino. Lilo y Nani tratan de construir su familia de nuevo y Stitch parece ser ese elemento final que termina uniendo ese hogar que se había perdido luego de la muerte de sus padres. Nani siente la presión de mantener a su hermana en su hogar siendo ella misma una adolescente que apenas está entrando a sus años jóvenes de la vida adulta.
‘Lilo & Stitch’ también fue la primera vez que muchos de nosotros tuvimos una idea o un pequeño contacto con la cultura de Asia-Pacífico. A pesar de no ser una película perfecta en este sentido, son los detalles lo que hacen mucho más rica la película en términos culturales. Por ejemplo, la representación del baile de hula y la música de la isla fueron consultados junto a Mark Keali’i Ho’omalu, músico hawaiano que llevó a la pantalla esos elementos que personas foráneas probablemente no habrían sabido interpretar.
Recientemente, y en el marco de los 20 años de la película, su director Chris Sanders mencionó que le genera algo de frustración que ‘Frozen’ (2013) sea aclamada por la audiencia por mostrar la relación de hermandad de Elsa y Anna, puesto que ya lo habían hecho ellos años atrás. Y guardando las diferencias, Sanders tiene razón.
Nani y Lilo nos mostraban en 2002 una historia diferente a las múltiples que Disney había entregado en años anteriores, incluso con ‘Mulan’ (1998) y su historia de valentía y determinación.
Para mí, la película se enfocó siempre en dos elementos claves: el ser diferentes a los demás, y el valor de encontrar diversidad en la familia. Nani, personalmente, es un personaje que hizo una gran impresión en mí por el amor incondicional hacia la pequeña Lilo, y por esforzarse de tal forma para poder compensar de alguna manera la ausencia de sus padres, haciendo lo mejor posible siendo tan joven. Y Lilo, siendo la niña peculiar y curiosa que vimos por primera vez hace ya 20 años, nos da una lección de originalidad y carácter, pues nunca deja de ser ella misma sin importar las circunstancias.
‘Lilo & Stitch’ se convirtió sin problema en uno de los clásicos imperdibles de Disney, y dos décadas después, podemos decir que marcó el camino para las historias diversas y multi-culturales que el estudio ha logrado llevar a la gran pantalla. La representación y la diversidad han recorrido un largo camino para llegar hasta nuestros días, y bien podemos decir que es gracias a un pequeño alien azul y una niña fan de Elvis que hemos podido ver esos cambios en la forma de contar historias.