En el artículo anterior, entregamos una lección relámpago de ‘Star Trek’, la primera película de la nueva saga de la franquicia.
Siguiendo con ellas, la segunda en la serie es ‘Star Trek: Into Darkness’, dirigida por J.J. Abrams y estrenada en 2013. En ella vemos de nuevo a la tripulación de la Enterprise que conocimos en 2009 enfrentándose, en esta ocasión, a un nuevo/viejo enemigo (como sucede con esta línea alterna de tiempo donde co-existen un Spock viejo y uno joven).
La película abre con la Enterprise en medio de una misión riesgosa en la que buscan salvar a los habitantes de un planeta de la poderosa erupción de un volcán. Spock arriesga su vida y casi muere en el intento por evitar violar un protocolo de la Flota Estelar, pero Kirk decide no obedecer para no dejar morir a su amigo. Claro, Spock se molesta porque han violado un protocolo, y por su parte Kirk se molesta cuando su Primer oficial le comenta a Pike sobre el incidente. A ambos los destituyen de la Enterprise, y los asignan a otras naves. ¡Ah, la amistad!
Más adelante nos enteramos que el villano de ésta película (interpretado por Benedict Cumberbatch) es un hombre llamado John Harrison, quien ha atentado contra uno de los archivos de la Flota Estelar en Londres. Luego de esta crisis, los comandantes de la Flota se reúnen en el cuartel general para atender la situación, lo que termina siendo una emboscada planeada por Harrison.
Después de atacar el salón de crisis donde se encontraban los altos mandos, se transporta a Kronos, el planeta de los hostiles Klingon. En este ataque muere Pike, y Kirk le solicita al Almirante Marcus ir tras Harrison en la Enterprise, con Spock como su Primer oficial.
Kirk, Spock y Uhura se aventuran luego de dejar la Enterprise cerca a la órbita de Kronos. ¿Por qué todo es tan complicado en Kronos? Esto se debe a que el planeta Klingon no es parte de la Federación Unida de Planetas y en cualquier momento pueden declararle la guerra. Harrison ha aprovechado esto para ocultarse allí, pero Kirk, resuelto a encontrarlo, se infiltra en compañía de sus miembros de tripulación. Mientras tanto, Sulu, como Comandante asignado, amenaza a Harrison con dispararle 72 torpedos si no se entrega.
Por su parte, los Klingon descubren a Kirk, Spock y Uhura. Ella, experta en una gran variedad de lenguajes, decide salir a conciliar la situación al decirles que un hombre sin honor se encuentra escondido en su planeta. Sin embargo, no logran acabar de dialogar ya que Harrison abre fuego contra los Klingon y todos disparan sus armas. Al final, Harrison se rinde al confirmar el número de los torpedos.
De regreso a la Enterprise, descubrimos que Harrison es en realidad Khan, a quien el Almirante Marcus despertó de una larga criogenia para que desarrollara armas sofisticadas y usarlas contra el Imperio Klingon. Los 72 torpedos son en realidad los miembros, todavía en criogenia, de la tripulación de Khan. Ahora, él sólo busca vengarse de Marcus.
El Almirante, mientras tanto, ha llegado a la ubicación de la Enterprise en la Vengeance, una nave mucho más grande y agresiva. Marcus exige que Khan le sea entregado, pero Kirk se niega. La Enterprise huye a velocidad warp a la Tierra y entregar a Khan a la justicia, pero es atacado por el Vengeance.
Con la Enterprise dañada, Kirk ofrece entregar a Khan y los 72 torpedos a cambio de la supervivencia de su tripulación, pero a Marcus no le importa y se niega, revelando que su intención desde el principio era destruir la Enterprise para deshacerse de los 73 superhumanos y empezar una guerra con los Klingon. El Almirante se prepara para abrir fuego, pero su nave sufre un corte de energía causado por Scotty, quien se había infiltrado en ella. En ese momento, Kirk decide aliarse con Khan para tomarse el puente de la Vengeance ya que la conoce bien por el tiempo que pasó en ella.
Por su parte, Spock, quien ha quedado al mando, decide contactar a su yo más viejo (aka el Embajador Spock) y preguntarle si en sus viajes encontró, alguna vez, a un hombre llamado Khan. El Embajador responde que sí, y que el costo que pagaron había sido inconmensurable, pues se trataba de un hombre cruel, malvado y despiadado, y le recomienda tener mucho cuidado de él.
Como lo sospechábamos, Khan siempre tuvo otras intenciones: rescatar a su tripulación a como fuera lugar. Luego de matar a Marcus, toma el control de la Vengeance; y para recuperar a sus 72 “torpedos”, negocia con Spock para intercambiar a Scotty, Kirk y Carol Marcus, la hija del Almirante. Previamente McCoy descubrió como abrir los torpedos, y Spock toma ventaja de esto: acepta la propuesta y hace el intercambio, pero Khan no sabe que sólo los explosivos han sido transportados.
Khan traiciona el acuerdo y daña gravemente a la Enterprise; sin embargo, cuando los torpedos explotan deshabilitan a la Vengance y ambas naves, atrapadas por la gravedad de la Tierra, caen en picada. Entre tanto, Kirk, buscando salvar a su tripulación, entra al núcleo de la Enterprise (sin importar que éste sea radioactivo), para alinearlo nuevamente. Luego de conseguirlo, Kirk muere.
La Vengeance choca en la Tierra y Khan escapa. Mientras Spock va tras él para vengar a Kirk, en la Enterprise descubren que la sangre superhumana de Khan puede salvar a Kirk, a quien deciden poner en criogenización. Al no encontrar manera de teletransportar a Spock y a Khan, quienes están peleando sobre naves volando a gran velocidad, envían a Uhura no sólo para evitar que Spock asesine a Kanh, también para traerlos de regreso a la nave y así salvar a Kirk.
Finalmente, Khan y su tripulación son puestos en criogenia y asegurados bajo llave, mientras que la Enterprise es reconstruida y restaurada, quedando lista para nuevos viajes en la última frontera que es el espacio.
Después de estos dos especiales, esperamos lleguen con el conocimiento necesario para ver y disfrutar ‘Star Trek: Beyond’, que, a partir de hoy, ya se encuentra en la cartelera colombiana.
Estudió literatura para poder hablar un poco más sobre ciencia ficción y fantasía. Fan absoluta del MCU y LOTR, y la pueden encontrar alegando por The Hobbit en cualquier episodio de nuestro podcast. Fan bebé del k-pop, ha acumulado más merch de ASTRO en dos años que cds de otras bandas en 15 años. Puede maratonear un k-drama en un fin de semana sin problema.