Liesel Meminger, interpretada por la canadiense Sophie Néllise, es apenas una niña cuando es enviada a vivir con una familia adoptiva en una Alemania que luchaba en medio de la segunda guerra mundial. Como si este suceso no fuera suficiente, y el hecho de no volver a ver su madre, debe ahora adaptarse a un nuevo lugar sin tener seguridad de qué puede depararle el futuro.
Habituados como ya seguramente estamos de ver películas que tratan sobre este momento en la historia de la humanidad, resulta refrescante verla a través de alguien cuya vida también cambia sin ser judía. Tener el punto de vista de los niños alemanes quienes también sufrieron por sus familias al no estar de acuerdo con las acciones del tercer Reich, amplía bastante el panorama que hemos tenido por años.
Liesel pronto busca refugio en las palabras y en los libros, aprendiendo a leer gracias a su padre adoptivo, Hans Hubermann, personificado por Geoffrey Rush (The King Speech). En su nueva familia, la niña encuentra a personas que están dispuestas a darle amor y acogerla, a pesar de que su nueva madre Rosa Hubermann, interpretada por Emily Watson (Angela’s Ashes), sea una mujer estricta y en ocasiones severa.
Como consecuencia de la Noche de los Cristales, Liesel y su familia verán la aparición del joven Max Vandenburg, un judío quien vendrá a buscar refugio con los Hubermann, y quien cambiará su vida para siempre.
A pesar de ser ficción, la película se inscribe perfectamente dentro del marco histórico en el que el autor se inspira. En ocasiones se siente natural, como si fuera no más un trozo de la historia del que no habíamos escuchado antes.
La novela del australiano Marcus Zusak fue publicada en el 2005 y cuenta con varios premios de literatura juvenil, como el ALA Best Book For Young Adults que recibe en el 2007, y el Pacific Northwest Young Readers Choice Master List del 2009.
Es atractivo ver además, tanto en la adaptación a la pantalla grande como en el libro, que la narración va de la mano de un personaje bastante particular: La Muerte. De esta manera, la historia no se centra en lo que sucede entre países sino en el interés que se ha despertado en la pequeña Liesel.
Todos los elementos nos transportan a la Alemania de la WWII; desde el vestuario hasta el acento del elenco, pasando por todos los símbolos característicos del tercer Reich, con la esvástica ondeando en las plazas, mientras los nazis queman libros y Liesel observa, curiosa, pero siempre inquieta.
No es el primer trabajo de Sophie Néllise frente a las cámaras pero es sin duda su debut a nivel internacional, con una actuación que crece junto a Liesel, y que nos lleva de la mano a ver su vida en estos años, sobrellevando la tragedia y saliendo adelante. Como es de esperarse, Geoffrey Rush y Emily Watson, ganadores del Premio Oscar, nos regalan una excelente actuación que en momentos nos lleva de las lágrimas a la emoción, haciendo también fácil el pretender que una historia así, pudo realmente suceder.
‘The Book Thief’ prueba ser una película sin pretensiones de más, como puede ser usual en este tipo de filmes, e invita al espectador a tomar el libro en el que se basa para poder adentrarse más en éste pequeño fragmento de ficción histórica.