Este sábado, 23 de agosto, llegan los nuevos episodios de Doctor Who (en la redacción estamos contando las horas) que, en esta ocasión, serán comandados por un nuevo Señor del Tiempo (bienvenido, Capaldi!).
Luego de la lección básica que creamos para la celebración de los 50 años de la serie, quisimos crear un sustancioso perfil de los 12 Doctores que han viajado en la TARDIS, no sólo para que vean la evolución de este icónico personaje, también para que se familiaricen con su peculiaridad y, porque no excentricidad.
Para comodidad de todos, este ejercicio estará divido en tres tiempos, y en orden cronológico. A continuación, las eras Hartnell, Troughton, Pertwee y Baker.
Desde el principio, el Primer Doctor fue alguien misterioso. Un ser exiliado de su planeta natal, que vagaba en el espacio y el tiempo en su TARDIS junto con su nieta Susan. En apariencia, un hombre ya anciano y frágil, pero no hay que dejarnos engañar! Hasta la fecha, ha luchado con más Daleks que cualquiera de los otros Doctores en la historia de la serie. (Cinco batallas en total). A través de una figura casi paternal, algunas veces cariñoso, otras no tanto, esta primera regeneración poseía gran voluntad y fuerza. Era un feroz oponente con una infinita sed de exploración.
A pesar de su amplio conocimiento en materia científica, no podía pilotar como es debido la TARDIS y tenía la tendencia de trabar la lengua al hablar y a veces, enredaba las palabras. También era un poco despiadado, estando a dispuesto a mentir (y en un caso a matar) para conseguir sus objetivos. En su momento, Hartnell describió al personaje como “un mago” y “un cruce entre el Mago de Oz y Papa Noel”.
– En el piloto original, el Doctor vestía ropas contemporáneas, incluyendo un traje con corbata; pero al volver a grabar el episodio, se cambió su vestuario a un estilo más eduardiano.
– Hasta la fecha, ha sido el único Doctor que se le ha visto fumar.
– En un comienzo, la serie había sido diseñada para ser educativa, así que las historias estaban divididas en dos géneros: histórico (para enseñar historia) y futurista (para enseñar ciencia). Sin embargo, para el final de la segunda temporada, las historias futurísticas fueron más populares y el equipo de producción empezó a concentrarse más en éstas.
“Hm? ¿Qué es eso, hijo mío?”
Esta encarnación fue completamente lo contrario que su predecesor: caprichoso, algo infantil y muy ingenioso. Para interpretarlo, Troughton decidió crear un personaje con una gran carga mímica, al mejor estilo de Charles Chaplin, una apariencia desaliñada y un corte de pelo tipo “Beatles”. El Doctor ya no era la figura de un abuelo, sino más bien la de nuestro tío favorito (admítanlo, todos tenemos uno).
Recordado por los whovians por sus habilidades telepáticas y su afición a tocar la flauta en momentos de mucho estrés, el Segundo Doctor era muy inteligente y estaba siempre un paso adelante de sus enemigos. Además, era capaz de engañar a la gente para que hiciera lo que él quisiera y solía actuar como un tonto para que otros subestimaran sus verdaderas habilidades.
– Un gran número de seriales y episodios fueron destruidos de la base de datos de la BBC para ahorrar espacio y dinero, incluidos los del serial The Power of the Daleks, la primera aventura del Segundo Doctor.
– El destornillador sónico apareció por primera vez en pantalla durante la era Troughton.
“Cuando les diga que corran, corran… ¡CORRAN!”
Este doctor era audaz, seguro y temerario, aunque poseía un lado paternal reservado para aquellos que le importaban. Aunque era un figura más “elegante” que sus predecesores (han visto sus estrafalarios trajes? Sin duda, es muy Austin Powers), su primera encarnación lo describió como un “dandy”. El Tercer Doctor le gustaba interferir con todo los relacionado a máquinas y artefactos, y era experto en artes marciales, en particular el aikido venusiano.
Aunque era un brillante héroe de acción, pasó la mayor parte de su tiempo exiliado en la Tierra, donde trabajó a regañadientes como consultor científico de UNIT (Fuerza de Inteligencia de las Naciones Unidas) y, ocasionalmente, era enviado a misiones por los Señores del Tiempo, donde pudo actuar como mediador. En su tiempo libre, le gustaba el automovilismo. Su coche favorito era un roadster vintage de color amarillo, que él llamó “Bessie”.
– Las historias del Tercer Doctor fueron las primeras emitidas en color.
– Esta era introdujo a muchos de los adversarios más memorables del Doctor. Los autones, el Amo, Omega, los Sontaran, los Silurians y el Demonio Marino, todos ellos hicieron su debut en este periodo.
“Hay que revertir la polaridad del flujo de neutrones” (sólo dijo la frase completa dos veces en pantalla).
Es una de las más famosas encarnaciones del Doctor (ha hecho cameos hasta en Los Simpsons) y el preferido por muchos de los amantes de la serie clásica. Excéntrico, imaginativo, espontáneo y despreocupado, el Doctor de Tom Baker nos remonta a nuestra infancia, cuando nos asombrábamos con las maravillas del universo.
Se caracterizó por su larga bufanda multicolor y por llevar siempre gomitas (Jelly Babies) en los bolsillos, usándolas como regalos y distracciones (de hecho en ‘The Face of Evil’amenaza con una gomita al líder de una tribu alienígena que nunca las había visto diciéndole que podía matarlos con ella). Aparte de sus momentos obvios de chispa fantasiosa y humor excéntrico, impregnados por su sonrisa maníaca, el Cuarto Doctor mostró por primera vez el lado oscuro que todo viajero del tiempo que ha visto demasiado, termina por desarrollar.
– Cuenta la leyenda que la bufanda multicolor de más de cinco metros que Baker usó en la serie es producto de un error: la modista encargada de confeccionarla usó toda la lana que los productores le dieron.
– Con tan solo dos apariciones de los Daleks y una de los Cybermen, la etapa de Tom Baker aleja al Doctor de los enemigos habituales para enfrentarle a clásicos personajes del terror gótico como Frankenstein y el Mr. Hyde del Doctor Jeckyll.
“¿Quieres una gomita?”