Ashley Park, Sherry Cola, Stephanie Hsu y Sabrina Wu emprenden este divertido y alocado viaje lleno de humor, picardía, autodescubrimiento y altos niveles de energía.

Usualmente, cuando se hace referencia a las comedias picantes (en inglés, las bien conocidas “raunchy comedies”), la mayoría de ellas son masculinas: ‘The 40-Year-Old Virgin’, ‘Wedding Crashers’, ‘Superbad’, ‘American Pie’, ‘The Hangover’; sin olvidar clásicos de clásicos como ‘Caddyshack’ (1980) o ‘Animal House’ (1978).

Sin embargo, y siguiendo el camino forjado por aquellas que han sido protagonizadas por mujeres como ‘Bad Moms’, ‘Bachelorette’, ‘Bridesmaids’ y ‘Girls Trip’, llega ‘Joy Ride’ (‘Locas en Apuros’ en Latinoamérica) con una historia sorprendentemente genuina, salvaje y encantadora.

El debut como directora de Adele Lim, coguionista de ‘Crazy Rich Asians’, no solo brilla por su inteligente humor —muchas veces, explícito— al momento de contar esta divertida aventura llena de relaciones ricamente desarrolladas; sino también por dar un valioso paso en la representación en la pantalla grande, gracias a su elenco asiático-estadounidense, exclusivamente femenino (incluida una actriz no binaria), que deja claro que puede ser tan  obsceno, atrevido y juguetón como los que hemos visto en otras cintas del subgénero a lo largo de los años.

La audaz comedia sigue a Audrey (Ashley Park), una joven asiática quien fue criada por sus padres blancos adoptivos, en los suburbios de Washington. Cuando era pequeña, conoció a Lolo (Sherry Cola), la otra niña asiático-estadounidense del lugar y, dado que la comunidad en su mayoría era blanca, simplemente estaban destinadas a convertirse en mejores amigas, a pesar de lo diferentes que son.

En la actualidad, Ashley es una destacada abogada en un bufete de abogados; mientras que Lolo, quien tiene una tendencia a decir y hacer cosas inapropiadas en público, es una artista abiertamente positiva al sexo y más segura en su identidad cultural que su amiga.

Cuando Audrey tiene la tarea de cerrar un importante trato en Beijing, aprovecha la oportunidad de viajar con Lolo, quien será su traductora (pues no habla mandarín), y de visitar a su compañera de la universidad, Kat (Stephanie Hsu, nominada al Oscar por ‘Everything Everywhere All At Once’), quien ahora es una famosa actriz de la televisión china. A ellas, se suma inesperadamente Deadeye (Sabrina Wu), la peculiar prima de Lolo y gran fanática del K-Pop.

Sin embargo, con este viaje Audrey también quiere buscar a su madre biológica y, aprovechando el interés de su cliente por su vida familiar —aspecto clave para cerrar el trato—, el grupo trama un plan para encontrarla y como es de esperarse, este se sale de control.

Desde el principio, ‘Joy Ride’ es desenfrenadamente divertida y deja claro que tiene identidad propia, por más de que se le quiera comparar con cintas como ‘Girls Trip’ o ‘The Hangover’. Su humor sin restricciones se siente perfecto, especialmente al poner a sus personajes en situaciones absurdas que van desde encuentros con traficantes de droga y tríos con jugadores de baloncesto hasta un número musical, muy K-Pop, con un sorpresivo giro.

Gran parte del crédito se lo llevan las escritoras Cherry Chevapravatdumrong y Teresa Hsiao, quienes han tenido bastante experiencia en este campo gracias a su trabajo en ‘Family Guy’. El guion es inteligente, auténtico y sincero. Su ritmo es magnífico y logra balancear, hábilmente, la comedia sexual con los momentos emotivos y dramáticos que van surgiendo a lo largo de la película.

Adicionalmente, sus protagonistas elevan la historia al interpretar a estos cuatro singulares personajes que no solo rompen el estereotipo de la tímida mujer asiática, sino también exploran el tema de la identidad cultural.

Mientras series como ‘Fresh Off The Boat’ y ‘American Born Chinese’ presentan una mirada de los inmigrantes asiáticos en Estados Unidos, en ‘Joy Ride’ son las cuatro amigas quienes viajan a China, y eventualmente a Corea del Sur, para conectar con sus raíces.   

Si bien Lolo, Kat y Deadeye pueden sentirse relacionadas, cada una a su manera, sea chocando con las expectativas de sus padres, teniendo un prometido casto o viviendo en la Internet, esto es un total desafío para Audrey porque siempre ha sentido que no pertenece a ningún lado (demasiado asiática para ser americana y demasiado blanca para ser asiática). La forma en que la cinta navega esta experiencia enriquece la narrativa a un punto más genuino, transformando el hilarante viaje en algo más dulce y emocional.

De igual manera, nuestro cuarteto es bastante sólido en términos de comedia y su química es increíble. Si bien Ashley Park es impecable y Sabrina Wu aporta una encantadora sencillez que hace de Deadeye un personaje refrescante y de gran corazón; Stephanie Hsu y Sherry Cola merecen todos los elogios posibles.

Hsu es salvajemente fantástica como Kat, gracias a habilidades cómicas dignas de la temporada de premios, demostrando que puede manejar cualquier material con el que conecte. Por su parte, Cola es escandalosamente sorprendente y logra robarse el show con frenético y atrevido ingenio, como lo hicieron Melissa McCarthy en ‘Bridesmaids’, Awkwafina en ‘Crazy Rich Asians’ y Tiffany Haddish en ‘Girls Trip’.

Rebosante en picardía y diversión desenfrenada, escenas icónicas (aunque a veces sobrecargadas) y magnéticas actuaciones, ‘Joy Ride’ es una película entretenida que, además de celebrar la amistad y la identidad a través de personajes adorables y tridimensionales, no tiene miedo de acudir a la comedia obscena y atrevida para presentar una encantadora historia que busca romper estereotipos y contar historias más diversas. No cabe duda, que se convertirá en referente del subgénero.

Calificación: 9/10