‘Elio’: una aventura cósmica que nos recuerda que no estamos solos

Pixar regresa con una historia visualmente radiante, cargada de corazón y llena de preguntas que todos nos hemos hecho alguna vez.

Hay películas que parecen hablarnos al oído, aunque estén ambientadas a millones de años luz de la Tierra. Y eso es precisamente lo que logra Elio’, la nueva propuesta de Pixar dirigida por Madeline Sharafian (en su debut como director de largometraje), Domee Shi (Turning Red) y Adrián Molina (Coco), que nos invita a mirar hacia el espacio exterior solo para encontrarnos con algo profundamente humano: la soledad, el deseo de pertenecer y esa necesidad de ser vistos por quienes somos en realidad.

El largometraje número 28 de Disney y Pixar, sigue la historia de Elio Solís, un niño solitario de 11 años, con una imaginación muy activa y que desarrolla una fuerte obsesión por el espacio y los seres de otros mundos.

Cuando un accidente fortuito lo lleva a ser abducido por una organización intergaláctica, que lo confunde con el embajador de la Tierra, Elio debe forjar nuevos vínculos con excéntricas formas de vida extraterrestre, navegar una crisis de proporciones alienígenas y de alguna manera encontrar su voz, comprender quién es y descubrir quién está destinado a ser en realidad.

Un mundo que brilla por dentro y por fuera

Visualmente, Elio’ es un festín. La paleta de colores vinculada al espacio es vibrante y envolvente, pero lo que realmente sorprende es el Communiverso: un radiante escenario donde se reúnen los embajadores extraterrestres (una especie de ONU, pero alienígena) construido con un nivel de detalle tan exquisito, que es imposible no sentir que podríamos caminar por el lugar y tocar sus superficies. Es una construcción de mundo que no solo deslumbra, sino que rebosa de creatividad e imaginación.

El diseño de las criaturas no humanas también es digno de aplaudir. Son entrañables sin ser edulcoradas, misteriosas pero sin causar temor. Y, quizá lo más impresionante, es la manera en que logran transmitir emociones profundas sin ojos ni expresiones humanas, como es el caso del entrañable Glordon, el primer amigo de Elio en los confines del espacio, con quien simpatizamos (y, ¡empatizamos!) tan pronto sale en pantalla. Un logro que muy pocos estudios podrían alcanzar con tanta naturalidad.

Referencias, humor y profundidad emocional

Los guiños a clásicos del cine de ciencia ficción comoClose Encounters of the Third Kind’ (1977), E.T.’ (1982), ‘The Abyss’ (1989), ‘Blade Runner 2049’ (2017) o incluso Alien’ (1979) —sí, un xenomorfo tiene su momento en una película para niños— sacaron una sonrisa cómplice. Pero lo que más se valora es cómo la película juega con estos elementos para construir algo nuevo, no simplemente para apoyarse en la nostalgia.

Hay también momentos de humor bien dirigidos, especialmente pensados para quienes hemos crecido viendo este tipo de historias. Desde el adorable personaje de OOOOO hasta ese Manual del Usuario del Universo (una maravillosa y valiosa referencia a ‘The Hitchhiker’s Guide to the Galaxy), Elio’ sabe cómo reírse de sus propios códigos sin perder el rumbo emocional.

Y, por supuesto, hay metáforas y analogías que, seguramente, nos acompañarán mucho después de que termine la función. Como la especie alienígena de Glordon, que debe esconderse dentro de un caparazón protector para alcanzar la adultez. Una imagen potente sobre cómo muchas personas, al crecer, pierden la capacidad de asombro y se blindan emocionalmente.

Foto: Cortesía Pixar/Cinecolor Films

En tiempos donde la animación se ha convertido cada vez más versátil y emocional, Elio’ se destaca no solo por su brillante propuesta visual, sino por su capacidad para tocar fibras sensibles con una narrativa audaz, tierna y profundamente sincera.

Una historia con corazón universal

Aunque a simple vista Elio’ se presenta como una aventura espacial infantil, lo que verdaderamente nos entrega es una reflexión conmovedora sobre la pérdida, el duelo y la búsqueda de identidad. Nuestro joven protagonista se ve arrancado de su cotidianidad para convertirse accidentalmente en el embajador de la humanidad en un consejo intergaláctico; no obstante, lo que realmente está en juego aquí no es el destino del planeta, sino el universo emocional de un niño que se siente completamente solo.

Y es en esa mirada solitaria, en ese anhelo por encontrar su lugar en el mundo (o fuera de él), donde Pixar vuelve a recordarnos que su verdadera fortaleza no está solo en la animación, sino en la forma en que entiende y representa nuestras emociones más íntimas.

Foto: Cortesía Pixar/Cinecolor Films

Sin embargo, Elio’ no es perfecta. Su afán por abordar múltiples ideas a la vez (como la identidad latina de Elio y de su tía Olga o la exploración del Communiverso) hace que, en ocasiones, la narrativa se sienta apurada o incompleta, generando algunos problemas de ritmo. Hay vistazos a temas que prometen mucho, pero que quedan en la superficie por falta de tiempo. Además, una vez que Elio llega al espacio, los riesgos emocionales disminuyen y la historia pierde parte de la tensión emocional que construyó con tanta delicadeza.

Aun así, es imposible no dejar la sala de cine conmovidos y sorprendidos. Elio’ nos habla desde la ternura, la soledad y la empatía. Nos recuerda que no estamos solos, aunque a veces así lo sintamos, y que incluso en los lugares más extraños y lejanos, podemos encontrar una versión de nosotros mismos que vale la pena abrazar.

Calificación: 8/10

Ángela

Ángela "Tata" Rodríguez — Directora / Editora

Comunicadora Social y Periodista. Movie & TV junkie. Fan del mundo de los Superhéroes, la Animación, la Ciencia Ficción y la Fantasía. Team Marvel. El Rock ha sido gran parte de la banda sonora de su vida. Stan Lee, Freddie Mercury, Indiana Jones, Carrie Fisher y Buffy Summers son algunos de sus héroes. Llora con facilidad en las salas de cine. Si su vida fuera una película la dirigiría Edgar Wright.